HECHO PARA UNA MISIÓN

HECHO PARA UNA MISIÓN
ASÍ COMO ME DISTE UNA MISIÓN EN EL MUNDO, TAMBIÉN YO SE LAS DÍA A ELLOS. Jaun 17:18
Fuiste hecho para una misión. Dios está trabajando en el mundo, y quiere que te unas a Él. Esto Él lo llama tu misión. Tu ministerio es tu servicio a los creyentes y no creyentes. Nuestra palabra misión, proviene del latín “enviar”. Ser cristiano implica ser un enviado como un representante de Jesucristo. Jesús dijo “Como el padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes”.
La misión que Jesús cumplió mientras estaba en la tierra ahora es nuestra porque conformamos el cuerpo de Cristo. Lo que él hizo en su cuerpo físico nosotros lo continuaremos como cuerpo espiritual. ¿Cuál es esa misión? ¡Traer personas a Dios!
Dios quiere redimir a los seres humanos de las manos del maligno y reconciliarnos con él de manera que podamos cumplir los cinco propósitos: amarlo a él, ser parte de su familia, ser igual a él, servirle a él y contarle a otros acerca de él. Una vez que le pertenecemos, Dios nos usa para alcanzar a otros. Somos los mensajeros del amor de Dios y sus propósitos para el mundo.
Tu misión es una continuación de la misión de Jesús en la tierra. Como sus seguidores, debemos continuar lo que él comenzó. Jesús nos llamó no sólo a venir a él sino a ir por él. Jesús dijo. “Vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo”.
Puede que hayas estado inconsciente de que Dios te da una responsabilidad con los no creyentes que te rodean. La biblia dice: “Si tú no le hablas al malvado ni le haces ver su mala conducta, para que siga viviendo, ese malvado morirá por causa de su pecado, pero yo te pediré cuentas de su muerte. (Ezequiel 3:18).
Quizás tú eres el único cristiano que esas personas conozcan y tu misión es hablarles de Jesús. Tu misión en Aguadepanelas del Alfarero y en la vida diaria es un privilegio maravilloso. Aunque es una gran responsabilidad también es un honor increíble ser usado por Dios. Tu misión involucra dos grandes privilegios: trabajar con Dios y representarlo.
Decirle a otros cómo pueden obtener la vida eterna es lo mejor que puedes hacer por ellos. Si tu vecino tiene cáncer o SIDA y sabes cuál es la cura, sería un crimen que retuvieras esa información que le salvaría la vida. Tenemos las buenas nuevas y compartirlas es el acto de bondad más grande que puedes mostrarle a cualquier persona.
Tu misión tiene un significado eterno. Esto impactará el destino eterno de otras personas, así que es más importante que cualquier trabajo, logro o meta que encontrarás, durante tu vida en la tierra. Esta es la urgencia de nuestra misión. Jesús. Dijo. “mientras sea de día, tenemos que llevar a cabo la obra del que me envió”.
Tendremos toda la eternidad para celebrar con los que levemos a Jesús, pero tenemos el tiempo contado para alcanzarlos. Esto no significa que debes dejar tu trabajo y comenzar a ser un evangelista de tiempo completo. Dios quiere que compartas las buenas nuevas donde estés. Como estudiante, como hijo, como madre o padre, vendedor, gerente, comerciante, policía, asesor de Bancolombia.
El lema será ¡Solo Voy a salvar uno más para Jesús! El quiere hallar a sus hijos perdidos! Nada le importa más; la cruz lo comprueba. Oremos para que siempre veamos dónde puedes alcanzar a unos más para Cristo. De modo que cuando estés delante de Dios, un día, puedas decir: ¡MISIÓN CUMPLIDA! DEL LIBRO UNA VIDA CON PROPÓSITO.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

AGUA DE PANELAS DEL ALFARERO - EL ANGEL DE LA CALLE